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Foto del escritorLa Perla by Viviana

Guayaquil: Un destino turístico que busca mayor seguridad

Actualizado: 13 ene 2018


En quince días, Guayaquil recibe unos 500 turistas en cruceros La Federación de Turismo identifica ‘focos de la delincuencia’


La balanza turística de Guayaquil se mantiene equilibrada. Eso, a pesar de los efectos colaterales que -expertos en el área- preveían tras el asesinato de dos turistas argentinas en Montañita, a unos 180 kilómetros de la Perla del Pacífico.

Uno de los atractivos más visitados es el emblemático barrio Las Peñas, en las faldas del cerro Santa Ana. Un ícono que -en ocasiones- también ha resultado fatal para los visitantes, entre ellos extranjeros.

“Hay turistas que les gusta explorar por su cuenta y ahí se complica la situación”, dice el planificador urbano Carlos Jiménez, al recordar uno de los últimos robos contra turistas foráneos. A finales de agosto de 2015, un ciudadano español recorría con su suegro el cerro y al llegar al escalón 326 fue sorprendido por dos individuos armados. Uno de ellos lo golpeó en la cabeza y le arrebató su billetera. La escena fue captada por una cámara de seguridad pública, la Policía armó un operativo y localizó a un sospechoso en el callejón Galeón.

Ante los repudiables antecedentes, la Fundación Guayaquil Siglo XXI ha tomado medidas. Su gerente, Wilfrido Matamoros, precisa que no permiten a los turistas que se desvíen hacia los callejones. Por lo general, precisa, estos se conectan a las otras escalinatas que están más arriba del cerro, donde proviene la mayoría de la delincuencia del sector”.

La Fiscalía Provincial del Guayas no cuenta con cifras de cuántos extranjeros han sido blanco de la delincuencia en la ciudad. Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de la Cámara de Turismo, dice que ellos tampoco lo registran, pero conocen de ‘focos infecciosos’ de la delincuencia en el cerro Santa Ana y el Malecón.

Los casos se conocen cuando son denunciados. Pocos, incluidos en la gran cifra de robo a personas que, a decir de la coronel Tanya Varela, comandante de la Zona 8 de la Policía, se ha reducido en un 12 % con relación a los registrados en el 2015.

Otra de las medidas que, según Muñetón están tomando, es la lucha contra la informalidad. “Muchas veces los robos ocurren en el lado informal. Si usted es turista y viene acá y yo me aparezco y le digo: ‘¡oye!, no vayas a ese hotel. Ven acá, a este departamento que te sale menos’. Y que tal si la asaltan...”, reflexiona.

La Federación de Turismo también busca que Guayaquil tenga una Policía Turística como la hay en Quito. Algo que le pareció interesante a Muñetón durante una reunión que tuvo en la capital fue la creación de un chat del 911. Si a un turista le pasa algo, ese chat se activa.

Aunque la ley no señala un trato preferencial para el extranjero que es víctima de la delincuencia, el fiscal César Peña reconoce que se procura agilizar la entrega de sus bienes por ser personas de tránsito. Por disposición judicial, el bien debe ser devuelto en 72 horas, por principio de celeridad.

Peña recuerda el caso del ciudadano japonés que llegó a fines de diciembre de 2013 a Guayaquil para disfrutar de su luna de miel y que, tras tomar un taxi pirata afuera del hotel, sufrieron un robo en la modalidad de secuestro exprés que terminó con la vida de Hitomi Tetsuo. Su esposa resultó herida de bala.

“Apenas se hizo la pericia le entregamos todas las pertenencias a su esposa”, recuerda el funcionario.

Si bien, esos lamentables hechos han traspasado fronteras afectando la imagen de la ciudad y del país, la municipalidad registra cifras interesantes de la llegada de extranjeros. “En los cruceros tenemos hasta 500 turistas entre una semana a quince días”, revela Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa de Turismo de Guayaquil.

La entidad promociona los espacios más emblemáticos a través de su campaña ‘Guayaquil es mi destino’: Los malecones, Santay, Churute, Cerro Blanco, El Morro, Parque Las Iguanas, Centro Cívico, entre otros.

Entre julio y agosto, la ciudad atrae a muchos ciudadanos estadounidenses, seguido de colombianos y argentinos.

Algunos confiesan ‘enamorarse’ tanto de la ciudad, que deciden cambiar de residencia. Le sucedió a la brasileña Lorena Nascimento (21). Se enamoró de un ecuatoriano cuando estudiaba en su tierra natal. En diciembre del año pasado llegó con él a Guayaquil, donde decidió quedarse a vivir.

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